jueves, 10 de mayo de 2012

PENSAMIENTO DE LOS NUEVOS Y VIEJOS MUNDISTAS.

PENSAMIENTO DE LOS NUEVOS Y VIEJOS MUNDISTAS.

Como también debo advertir que en este intento de explicar este sistema oracular, no desearía  lograr la impresión de cierto proletismo teologico o pro hinduista, entendiéndose que este conocimiento en la actualidad es desconocido para muchos en la India misma, (tema que corrobore personalmente en mis viajes a India) y que por la dinámica de la
transculturización y de la avalancha del pensamiento en pos de la occidentalidad, se ha relegado al recuerdo de algunos ancianos vendantistas ortodoxos.

Los terminos que mencionaremos provienen del Sanscrito, lengua extinta propia de los Vedas, las cuales mostraremos un detenido glosario, como apéndice.

La gran diferencia dentro de las concepciones fundamentales no solamente entre occidentales y orientales, sino entre lo que se considera el nuevo mundo y el mundo antiguo, son sus fundamentos Teológicos.

Para el “nuevo mundista” la aproximación a la idea de Dios, es una conceptualización  de un Ser Supremo esta arriba en el cielo, ocioso, solitario, con el único oficio de vigilar nuestra conducta, cuyo deber después de darse unas merecidas vacaciones casi eternas por el excesivo trabajo que le llevo la creación del mundo, es castigarnos o recompensarnos por nuestra acciones.

Sin embargo da muestras fehacientes de que es un ser misericordioso, sin duda alguna, y las religiones derivadas del judeo-cristianismo compiten entre ellas dando muestra de su gran misericordia sin causa, para ganar adeptos, ofreciendo un cielo eterno que es como una fotografía, donde la ociosidad es sin duda alguna la actividad asumida como normal, teñida de sacralidad.

Pero el castigo es abajo en el inframundo, una región subterránea llamada infierno, un lugar tenebroso, oloroso a azufre, con pailas hirvientes, lleno de tizne y humo, con el bullicio de los esténtores de los sufrientes mundanos, que estarán hospedados por una eternidad, esos los infieles, debido al craso error de no ser devotos de Él.

El “nuevo mundista” considera que dios es un objeto para su adoración, estando caracterizado con virtudes humanas dentro de sus establecimientos culturales, que fácilmente son justificadas dentro de los establecimientos geopolíticos, ideológicos y por ende culturales.

Para el pensamiento común vedico, o viejo mundista, la Divinidad nos toma como objetos y Él es el sujeto digno de ser adorado, donde no es de un sexo determinado, macho o hembra, es de ambos sexos.

Es decir cuando se refieren a la Divinidad, no se están refiriendo a Dios hombre o mujer, sino a la pareja sagrada Dios-Diosa, alejándose del pensamiento machista, es un pensamiento donde el rol de la Divinidad se encuentra más alla, de nuestros fundamentos.

Su omnipresencia y omnipenetrancia es tangible, su omnipotencia es ilimitada y alberga que en nuestro libre albedrio desarrollemos el amor puro hacia ellos.

Si somos hechos a imagen y semejanza de  Dios, las parejas dicotómicas, los pares opuestos muestran su manifestación de manera absoluta. Dios es hombre y diosa es mujer y cualquier cosa que observemos es un  reflejo de esta particularidad Divina.  El dia y la noche, lo activo y lo pasivo, lo interno y lo externo, son muestras de la presencia Divina particularizada.

Siendo aquí precisamente donde se muestra necesario profundizar en los conceptos Védicos, del Shankhya y Tantricos.



































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